«Canastas viajeras»
20 años en Iturribide y después a Sestao
Los comienzos del Patro en el colegio de Iturribide fueron duros. La ilusión que se ponía para mantener la actividad del baloncesto chocaban con los recelos que la Fundación del Patronato de San Vicente de Paúl, propietarios del centro, tenían hacia el deporte.
El equipo había estado disputando sus partidos en el campo de Protección de Menores (calle El Cristo nº 9), centro denominado Casa-Refugio, inaugurado en 1917 y destinado en un principio a la acogida de menores abandonados. Comenzaron regentándolo los HH Lamenesianos. Después de la Guerra Civil, se hicieron cargo de la institución los Clérigos de San Viator y, desde 1957, la dirección y régimen educativo del Centro pasó a estar a cargo de los Amigonianos. Era propiedad del Consejo Superior de Protección de Menores y estaba al servicio del Tribunal Tutelar de Menores y de la Junta Provincial de Protección de Menores. Su capacidad media entre los años 1957 y 1963 fue de unos setenta alumnos, distribuidos en enseñanza elemental, media y profesional. Con el traslado en 1963 de los menores internos a las nuevas instalaciones del Colegio San José Artesano de Loiu, la Casa de El Cristo cerró.
En la temporada 56-57, el Patro, sacó su primer equipo infantil y se planteó jugar los partidos en el colegio que le vio nacer en Iturribide, pero necesitaba canastas. El buen hacer de la directiva consiguió que el Secretario de la Diputación Antonio Martínez y Aguirrezabala, director de <Aguirena>, hicieran llegar al frontón del colegio ¡UNAS CANASTAS DE BALONCESTO!
La inauguración de las canastas tuvo lugar el 26 de enero de 1957. Se celebró un partido entre los infantiles del Patronato y los del centro de Protección de Menores “Unión del Cristo”. La noticia tuvo reflejo en la prensa de entonces. La colocaron al mismo nivel que la cesión del pabellón grande de la Feria de Muestras para la disputa de los encuentros del Águilas en Bilbao.
La canastas estuvieron 20 años en el frontón del colegio en Iturribide desde el año 1957 hasta 1977.
Los hermanos de La Salle regentaban también un colegio en Sestao, y el Patro mantenía una relación muy estrecha con profesores del centro y con el que fuera, durante muchos años, importante valedor del Patro el Hermano Moisés Arana “H. Isidro”. Estaba naciendo un nuevo club, El Salleko. Los directivos del Patro encabezados por Jon Mirena Beaskoetxea y Luis Gómez dedicaron bastante tiempo en orientar y apoyar la iniciativa. La llegada de Tomás Bediaga, exjugador del Patro, la posterior de Txema Mugida como entrenadores y, sobre todo, el impulso de jóvenes del pueblo encabezados por Carlos Azpiolea, Ángel Ruiz y Juan Carlos Nacero estrechó la vinculación entre los clubes llegando a ser equipos vinculados al Patronato.
Cambiaron el color azul de los equipajes de su patrocinador por el verde y blanco del Patro. La cesión de los equipajes traídos desde el casco viejo de Bilbao hizo que el color, desde entonces del Salleko, sea el verde.
En la cancha del colegio de la Salle en Sestao jugaba también el senior de la General Eléctrica.
El cese de actividad en las escuelas del Patronato La Salle de Iturribide, hizo que a los diferentes elementos del centro se les fuera buscando una salida.
En la temporada 1976-77, Ismael Ramón y Jesús Miguel Madariaga se hacen cargo del deporte en el centro escolar de Sestao y aumenta la necesidad de instalaciones. A finales del año 1977 la desaparición del colegio del Patronato propicia un nuevo acercamiento entre ambas entidades. Otra vez, el Hermano Moisés Arana, hace valer sus buenas relaciones para traer a Sestao las canastas que allí se encontraban. Hasta la capital se desplaza un pequeño grupo de operarios, todos del Salleko, con el hermano Carmelo a la cabeza. En una furgoneta se hicieron los 13 kilómetros que les separaban a ambos centros. A las canastas se incorporaron, también, una remesa de focos que, colocados por los hermanos en el patio del colegio, permitieron durante muchos años entrenar a los distintos equipos sestaotarras en unas condiciones mucho más agradables que durante la época anterior.
Doble vida la de las canastas y los focos que por una necesidad en 1958 se inauguraron en Iturribide y que 20 años después sirvieron de motor para impulsar el baloncesto en el municipio de Sestao.
Fuentes: Archivos de la S.D. Patronato, La Gaceta del Norte y libro 25 aniversario Salleko.